jueves, 25 de diciembre de 2008

Buenas noches, mucho gusto, eras un chico más. Después de cinco minutos ya eras alguien especial. Sin hablarme, sin tocarme, algo dentro se encendió... En tus ojos se hacia tarde y me olvidaba del reloj... Estos días a tu lado me enseñaron que en verdad, no hay tiempo de terminar para comenzar a amar... Siento algo tan profundo que no tiene explicación, no hay razón ni lógica en mi corazón... Entra en mi vida, te abro la puerta, sé que en tus brazos ya no habrá noches desiertas... Entra en mi vida, yo te lo ruego... Te comencé por extrañar, pero empecé a necesitarte luego... Buenas noches, mucho gusto, ya no existe nadie más, después de este tiempo juntos, no puedo volver atrás... Tú me hablaste, me tocaste y te volviste mi ilusión. Quiero que seas dueño de mi corazón...

No hay comentarios:

¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~