jueves, 25 de diciembre de 2008

Tú no sabes quien soy yo, no sé quien eres tú,
y en realidad, quien sabe que somos los dos... Yo como un secuestrador te persigo por amor,
y aunque tú no sepas mi dirección, mi apellido y mi voz, y la clave de mi corazón... Alguien te quiere, alguien te espera, alguien te sueña
y tú sabes que soy yo, alguien te piensa constantemente, alguien te busca y por fin te encontró... Alguien te amó y alguien soy yo!
Yo no pido nada más, que estar feliz y tu lo estas y sentirte bien, aunque no sepas quien, quien te quiere sin más por encima del bien y del mal. Alguien te quiere, alguien te espera, alguien te sueña y tú sabes que soy yo, alguien te piensa constantemente, alguien te busca y por fin te encontró, y alguien soy yo! En el fondo de mi vida no me queda otra salida... Que no seas tú! Tú no sabes quien soy yo, no sé quien eres tú... Ya somos dos! Alguien te quiere, alguien te espera, alguien te sueña y tú sabes que soy yo, alguien te piensa constantemente, alguien te busca y por fin te encontró... Alguien te amó, y alguien soy yo!

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¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~