miércoles, 3 de septiembre de 2008

No creo en las casualidades mi amor... Noches que giran a tu favor... Sangre azul en el renglón... Te convertiste en el ángel que me salvó, descargando todo su temor... No hay después en el amor... Noches que acarician sueños... Un as bajo la manga te va a quedar, aunque acostumbres a no ganar... No aguantás esperar, llegaste tarde al banquete del amor y la verdad no hay cosa peor que vivir sin pasión...

Noches que acarician sueños...

1 comentario:

Cami dijo...

Te amo muchisimo amiga. Sos mucho jojo

¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~