domingo, 25 de enero de 2009

Ya voy en tiempo de descuento y en este cuento no te encuentro. Y es que te extraño porque hace daño tenerte cerca y no poder tocarte. Sigue pasando el tiempo y no me empeño en ser la dueña de tus sueños. Porque ni mil botellas al sol brillan tanto como tus ojos al hacerlo, al hacerlo bien. Vamos a armar de nuevo...Vamos a armar de nuevo... Quiero tocar tu cielo, reinar en tu reino y enloquecer con vos... Vivir y morir en tus pasos porque yo sola ya no se por dónde caminar, ni por donde pisar...

No hay comentarios:

¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~