Nunca vio la luz, no sintió el calor, no sufrió el dolor, no vivió el morir... Muy grande la cruz, muy chico el honor, enana actitud, de vivir mejor... Si encontrás algo más fino que el filo de tu silencio, sólo entonces te amaré... Rebuscada tu respuesta, tanto como tu cabeza, tenía que ser mujer... Yo sólo quería unos mimos, un suspiro de tu ombligo, una sopa con sabor... Eras un rompecabezas, disfrazado de princesa, eras puro rocanrol... De este amor que nunca vio la luz, no sintió el calor, no sufrió el dolor, no vivió el morir... Muy grande la cruz, muy chico el honor, enana actitud, de vivir mejor... Ya había encallado mi barco, en medio de tu pollera, nunca fui buen capitán... Aunque a veces digo basta, en las noches de subasta me la juego hasta ganar... Como toda señorita, eras bien histeriquita, eras una ola en el mar... Siempre cinco para el peso, siempre abrazo, nunca un beso y ahora ni torta ni pan... Ni este amor que nunca vio la luz, no sintió el calor, no sufrió el dolor, no vivió el morir... Muy grande la cruz, muy chico el honor, enana actitud, de vivir mejor... Sólo me quedan recuerdos de ese sueño momentáneo, viejos tiempos de adicción... A planteos poco cuerdos, al placer del desengaño, a la dulce confusión... Sólo me queda el consuelo de saberme muy tranquilo, yo ya se que la pelée... Me pensaba que era el ciego, me pensaba que era el pueblo, que era el tuerto y que era el rey...
¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"
~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~
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