sábado, 18 de julio de 2009

Justamente ahora irrumpes en mi vida, con tu cuerpo exacto y ojos de asesina, tarde como siemprenos llega la fortuna... Tú ibas con él, yo iba con ella jugando a ser felices por desesperados, por no aguardar los
su
eños, por miedo a quedar solos... Pero llegamos tarde, te vi y me viste, nos reconocimos en seguida pero tarde maldita sea la hora, que encontré lo que soñé, tarde... Tanto soñarte y extrañarte sin tenerte, tanto invertarte, tanto buscarte por las calles como un loco sin encontrarte... Ahi va uno de tonto por desesperado, confundiendo amor con compañia y ese miedo idiota de verte viejo y sin pareja, te hace escoger con la cabeza, lo que es del corazón... Y no tengo nada contra ellos, la rabia es contra el tiempo por ponerte junto a mi, tarde... Ganas de huir, de no verte ni la sombra, de pensar que esto fue un sueño o una pesadilla, que nunca apareciste, que nunca has existido... Que ganas de besarte, de coincidir contigo, de acercarme un poco y amarrarte en un abrazo, de mirarte a los ojos y decirte bienvenida... Que ganas de rozarte, que ganas de tocarte, de acercarme a ti golpearte con un beso, de fugarnos para siempre, sin daños a terceros...

Añadir imagen

No hay comentarios:

¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~