lunes, 27 de abril de 2009

Nadie sabe a quien comer carnaval canival, una foto en la pared enterrada viva, ¿quien te escuchara en el otro lado, quien te hara sentir que todo esto es pasado?... Esa noche no das mas mierda y madrugada, no le digas la verdad, no le pidas nada ¿quien te escribira en un internado, quien te hara sentir algo mas elevado?... Surcan tus cielos, paracaidistas en franco retroceso con o sin alas, sueñan con nunca volver a despertar en tierra firme... Nadie sabe a quien morder, tu aficcion suicida y hay mas sangre en la pared siempre en carne viva, ¿quien te escuchara desde el otro lado, quien te hara sentir algo mas elevado?...

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¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~