martes, 3 de marzo de 2009

El amor cuando se busca, nunca llega. Y aparece cuando menos te lo esperas. Cuando muere la ilusión y el corazón esta dormido. Cuando piensas que el futuro ya pasó y las pocas ilusiones quedan muertas. Hoy que todo me da igual, otra ilusión golpea mi puerta. Y apareciste tu, desvelo de mi noche sin amor, ¿Dónde estabas?. Y apareciste tu, y ya nada fue lo mismo para mi con tu llegada. Y apareciste tu, cambiando con tu luz y tu mirar todo por nada. Que apareciste tu, y en mi ventana, volvio a salir el sol por las mañanas. Nuevamente me hace bien esto de amar. Aunque dure lo que dure que más da. Lo importante es que mi piel vuelva a sentir la fantasía. Puede ser que se me rompa el corazón. Puede ser que sea el verdadero amor. Puede ser que salga bien o salga mal.

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¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~