martes, 13 de enero de 2009

Pistones de un curioso motor de humanidad, resortes viejos de este amor que se va... Memoria hostil de un tiempo de paz sin paz. Narices frias de una noche atrás. Besos por celular, las momias de este amor piden el actor de lo que fui... Pantalla de la muerte y de la canción, proyectos de un nuevo spaghetti del rock... Ciclope de cristal debora ambición, vomita modelos de ficción. Remontar el barrilete en esta tempestad sólo hará entender que ayer no es hoy que hoy es hoy y que no soy actor de lo que fui... Besos por celular, las momias de este amor piden el actor de lo que fui. Remontar el barrilete en esta tempestad sólo hará entender que ayer no es hoy que hoy es hoy y que no soy actor de lo que fui...

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¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~