miércoles, 31 de diciembre de 2008



Y empiezo a recordar… ¡Qué bueno era el amor!, quiero volver a amar una vez más, me vuelvo a equivocar, no puedo descifrar, cuál es la señal que enciende el fuego de nuestro amor... ¿Qué hay debajo del disfraz? (veo que eso nunca lo sabrás) ¿quién se esconde y quién es que está acá?... Estoy cansada de vivir en tu locura, pero hay veces que no lo puedo evitar... Y empiezo a recordar… ¡Qué bueno era el amor!, quiero volver a amar una vez más, me vuelvo a equivocar no puedo descifrar, cuál es la señal que enciende el fuego de nuestro amor... Estoy cansada de vivir en tu locura, pero hay veces que no lo puedo evitar.

No hay comentarios:

¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~