jueves, 20 de noviembre de 2008


Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza... Que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo... Que ponga tachuelas en mis zapatos, para que me acuerde que voy caminando y que cuelgue mi mente de una soga hasta que se seque de problemas y me lleve...Y que esté en mi cama viernes y domingos para estar en su alma todos los demás, dias de mi vida... Que me quiera cuando estoy, cuando me voy, cuando me fui y que sepa servir el té, besarme después y echar a reir... Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir y que no le importe mi ropa, si total me voy a desvestir... Para amarlo... Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza... Que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo... Si conocen alguien asi, yo se los pido, que me avisen porque es asi totalmente quien necesito...

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¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~