viernes, 14 de noviembre de 2008

Creo que con una canción la tristeza es más hermosa... Creo que con una palabra puedo decir mil cosas, pero no creo en el circo de la información, todo le canta tu amor... Y es mi dolor... Creo que es mejor morir de pie que vivir de rodillas, creo que hoy el viento me alcanzo el olor de tu mejilla... Creo en mi guitarra, creo en el sol si me cura las heridas... Creo en tu voz... Creo en la vida, en la noche, en tu alma y no creo en todo lo demás... Creo en tu estrella, en aquella que busco en mi sueño mejor para poder luchar... Creo en esas tardes que viví jugando a la pelota, creo que educar es combatir y el silencio no es mi idioma... Creo en tu sonrisa, creo en mí si te veo hoy y me pedís que no me rinda... Sigo por vos... Creo en la lluvia cuando cambia el olor de mi tierra, creo en el mar cuando amanece abrazándose a las piedras... Creo en los jazmines que un Dios me bajo esa vez para poder conocerte como mujer, creo en la vida, en la noche, en tu alma y no creo en todo lo demás... Creo en tu estrella, en aquella que busco en mi sueño mejor para poder luchar...

No hay comentarios:

¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~