miércoles, 29 de octubre de 2008

Voy a decir todo lo que tenga que decir, voy a sufrir, no mas de lo que quiera hoy sufrir
y tal vez no quieras verme mas y no entiendas que no voy a sentir más nada que ya no tenga que pensar...
Puedo escribirte todo lo que quiera hoy dejar y tal vez, no sepa bien quien soy, pero llevo esto... Aquel dolor, queda nada para mi, queda nada para vos
y este rock me van a matar los dos... No sin antes dedicarte esta canción... Voy a probar con todo lo que haya que probar y voy a pedirte que me cuentes el final y
tal vez, no sepa bien quien sos, pero llevo esto... Aquel dolor, queda nada para mi, queda nada para vos y
este rock me van a matar los dos... No sin antes dedicarte esta canción...
Que inocente de mi, que estaba a tus pies...

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¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~