lunes, 11 de agosto de 2008


Yo no vi las flores marchitar.. Ni ese frio en tus ojos al mirar.. No, no vi la realidad.. Me ibas a dejar.. Dicen que la vida, no es como la ves.. Para aprender hay que caer, para ganar hay que perder.. Lo di todo por ti.. Llore y llore y jure que no iba a perderte.. Trate y trate de negar este amor tantas veces.. Si mis lagrimas fueron en vano, si al final yo te ame demasiado.. Como yo, como yo nadie te ha amado.. Cada hora una eternidad, cada amanecer un comenzar, ilusiones nada mas.. Que facil fue soñar.. Tantas noches de intimidad, parecian no acabar.. Nos dejamos desafiar y hoy nada es igual.. Se que en verdad el amor al final siempre duele.. No lo pude salvar y hoy voy a pagarlo con creces, baby.. Si mis lagrimas fueron en vano, si al final yo te ame demasiado.. Como yo, como yo nadie te ha amado.. Esta vez la pasion ha ganado, y por eso sigo esperando.. Como yo, como yo nadie te ha amado.. Llore y llore y jure que no iba a perderte.. Trate y trate de negar este amor tantas veces.. Si mis lagrimas fueron en vano, si al final yo te ame demasiado.. Como yo, como yo nadie te ha amado.. Esta vez la pasion ha ganado y por eso sigo esperando..

Como yo..

Como yo nadie te ha amado..

No hay comentarios:

¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~