viernes, 29 de agosto de 2008

Tener la oportunidad, poder estar más allá, tan acostumbrado a no ser, a desconfiar, a no ganar... El mar se te abrió una vez, se te abrió para no parar, y vos no te despertaste, lo arruinaste una vez más... Es tan perfecto que asusta, ¿por que nunca es justa la felicidad?... Saber elegir es lo que cuesta más, no cualquiera suma sin restar... Sentis la electricidad, y no la sabes llevar... Te quema, te paraliza, y no te deja reaccionar... El enemigo peor, ese gran saboteador, siempre será uno mismo, y ese miedo a estar mejor... Es tan perfecto que asusta, ¿por que nunca es justa la felicidad?... Saber elegir es lo que cuesta más, no cualquiera suma sin restar... Es tan perfecto que asusta, ¿por que nunca es justa la felicidad?... Saber elegir es lo que cuesta más, no cualquiera suma sin restar... Es tan perfecto que asusta, ¿por que nunca es justa la felicidad?...
Ni la justa nunca es justa, porque algunos nunca la tendrán...

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¿Te has preguntado por el origen de ese dolor que atraviesa tu alma como una perdigonada cada vez que te asomas al abismo? ¿Ese mareo, ese resbalon hacia la nada cada vez que la negrura te hipnotiza? ¿No sientes que todos los besos esconden ese miedo a lo que no hay? ¿Y que todas las promesas y melodias solo espantan el presentimiento de estar cayendo al vacio? Es porque el abismo y tu alma estan construidos con la misma sustancia, ese agujero insondable que es el cosmos sacia su sed con tus labios. Eres la sombra de una pregunta que no tiene respuesta, tus disfraz de ser oculta tu negror. Eres un escorpion oculto en el vientre oscuro del infinito preparando su veneno para una unica ensartada. Eres la flecha de luz que busca clavarse en si misma. Asi estamos, huyendo por el cosmos de nosotros mismos, queriendo saber lo que no queremos saber. Y el abismo, que tampoco comprende, nos busca en cada momento para exclamarnos su secreto: "Infinita es la ausencia y eterna la soledad"

~ Don Lunfardo y el Señor Otario ~